Ammán y Mar muerto
25/05/19
Ammán
Salimos de T4 desde Madrid y en 4,5 horas aproximadamente llegaremos a nuestro destino Ammán. Hay muchos árabes que viajan a la Meca y vuelan vía Ammán para cumplir esa obligación que tienen de una vez en la vida viajar a la cuna de su religión. Estamos en Ramadán y les ves ayunar hasta las 20.30, una vez pasada esta hora comienzan a comer algún dátil y a beber algo para después homenajearse con una buena cena. A la llegada nos espera alguien antes del control para darnos los visados y llevarnos al hotel. Curiosamente pasamos los controles con gendarmes con muy buen humor que nos saludan amablemente e intentan hablemos algo en su idioma. Aprovechamos y cambiamos en el aeropuerto rápidamente en Global Exchange 100-euros pero el cambio que ofrecen es a 0,63. Un cambio muy bajo porque está el dinar en torno a 0,79-euros. Es aconsejable ir a las casas de cambio de Western Union en la ciudad que es donde mejor sale la operación. Nos juntamos con dos familias en el aeropuerto pero nos llevan a distintos hoteles. Nosotros nos alojamos en Al Fanar Hotel. La habitación está bastante bien, es muy grande y hemos visto sale a unos 82-euros la noche. El hotel está alejado y alrededor vemos tiendas de muebles estilo rococó y varias casas bajitas adornadas con luces con forma de media luna. Adornan sus casas en el mes de Ramadán con luces de navidad, muy curioso. Ammán tiene 4,5 millones de habitantes y Jordania tiene 10 millones, como véis es una metrópolis super poblada. Salimos a la calle y no vemos restaurantes ni tiendas así que nos volvemos a cenar un bocata que traíamos y a dormir.
26/06/19
Mar muerto
Desayunamos con revuelto de huevos, salchichas, embutido, té, café (no tengo cacao..) y tostadas. El bizcocho está muy rico. El yogur me sabe muy ácido. Luego hay hummus y otras cosas que no pegan para desayunar.. Nos viene a buscar Summer y nos llevará en autobús a la calle de los hambrientos donde se concentran muchísimos restaurantes seguidos y hasta franquicias repetidas hasta tres veces a lo largo de esta calle. Vamos en un minibús no muy moderno que nos bajará al Mar muerto. Vamos contemplando el paisaje.
Allí tendremos 10 grados más que donde estamos y si tenemos suerte y no hay niebla se podrá ver Jericó que es la ciudad más antigua del mundo 10.000 años a.c. situada en Cisjordania (Palestina) y también veremos Jerusalén. Por el camino nos muestra una colina con un monasterio ortodoxo y la casa del hermano del rey. Nos comenta estamos a 30 km de Betania la ciudad donde bautizaron a Jesús. Nos comenta que el río Jordan pasa por Betania pero no desemboca en el mar muerto. Vemos de lejos el monte Nebo y nos pararemos en el nivel cero, hay un monumento en este punto de la carretera.
Bajaremos 390 metros y llegamos al mar muerto que realmente es un lago. Al igual que el mar Caspio. El guía nos comenta que en esta zona las plantas más típicas son las acacias, los beduinos les llaman paraguas. De estas montañas sacan piedra caliza y de las zonas verdes que vemos proliferan dátiles y plátanos. Los beduinos venden leche de cabra, yogur seco y queso y con eso se ganan la vida. Nos comenta hay una carretera que llevaba a Jerusalén y era una ruta rápida pero en este momento está cortada por conflicto político. Para ir a Damasco que es la capital más antigua del mundo también hay que rodear bastante por la misma razón.
Es posible que de aquí a 20 años se llegue a secar el mar muerto. Hay un proyecto para llevar agua desde Israel pero han construido un aeropuerto y tienen que seguir negociando esta cuestión. El mar tiene 50 km de largo por 7 de ancho, antes eran 87 km que se están reduciendo con los años. Nos dice hay mucha parte del lago dedicada a la industria de cremas y sales de la zona. Sacan minerales y comercializan.
Nos deja en un resort donde estaremos tres horas.
Nos dice que sigamos las instrucciones y no nademos en el agua, ni nos tiremos de cabeza, está prohibido bucear por la alta salinidad. Los ojos pueden sufrir mucho si te entra algo de agua. Nos dice que para echarnos los barros no paguemos más de dos dinares por persona. Tras una dura negociación nos lo dejan a dos pero otros consiguen a 1,5 dinares. Tienen un gran barreño lleno de barro negro que te echas por todo el cuerpo. Lo dejas secar ( no importa el tiempo) y entras al mar para quitártelo. La sensación de flotar en el agua es estupenda. Te has tenido que mojar previamente y secar antes de untarte el barro. Pasamos un rato agradable y nos echamos unas risas con los compañeros del tour. El agua del mar es aceitosa, y vemos piedras de sal que resaltan en la orilla con esos colores blanquecinos. Nos daremos una ducha y entraremos en grupo a comer. Este día la comida está incluida, pagamos las bebidas únicamente. Nos dan a elegir ensaladas, pollo, arroz, hummus, macarrones y varios postres. Lo que más me gusta es un postre tipo brioche que ponen caliente y está buenísimo. Lo demás son gelatinas y pasteles de colores que lucen mucho pero no saben a nada. Pagamos por una botella de agua grande 2 dinares. Ahora nos llevarán a un bazar donde dice nos hacen descuento en cremas y diferentes productos del mar.
Compro unas cremas a 30 dinares cada una ( dicen te dan dos por una). Regresaremos al hotel y pasamos por una rotonda donde se concentran cuatro de los grandes hoteles de Ammán. Tres están construidos. Son el Fairmont, el Rich, el Fourseason y el Sheraton. La rotonda la preside una media luna gigante. El guía nos dice desde nuestro hotel al zoco nos tienen que cobrar unos 4 dinares. Nos hemos juntado varios y decidimos ir con taxis de Uber. El problema que ves en Ammán es que a veces los taxistas quieren cobrar más de lo estipulado en el taxímetro. Conviene no coger los taxis que esperan en los hoteles. Tras reunirnos los tres coches después de esperar un rato al tercero decidimos ir a curiosear. Les hemos dicho nos lleven a Rainbow street, famosa por sus bares, restaurantes pero en este momento está todo cerrado. Decidimos bajar hacia el zoco y vamos viendo arte callejero.
Nos paramos en un mirador y llegamos al down town.
Las tiendas empiezan a cerrar, los horarios que tienen se alteran por el Ramadán. Vemos tiendas de objetos decorativos, prendas típicas de mujeres y hombres jordanos, perfumes, frutos secos, tiendas de mascarillas de mar muerto…
Vamos curioseando y llegamos a una zona donde hay más bullicio. Vemos una calle preciosa con paraguas colgados y llena de flores.
Los compis van comprando cosas como pañuelos típicos, zumos de frutas..
Pararemos en la mezquita de Al Husseini y tras hacer fotos vemos cómo se agolpa la gente para ver cómo se pegan dos.
Paramos ahora en una plaza con una media luna iluminada y tras comprar zumos de caña de azúcar le pedimos prestado el Wifi al chico del puesto para pedir Uber para ir de vuelta.
Muy amable nos lo brinda y conseguimos regresar. Antes veremos otra calle colorida.
Volvemos al hotel pagando una media de 4,5 dinares de media. La cena está preparada pero consiste en más pollo, arroz, postres insípidos y demás cosas raras.