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Pagoda del perfume

25/10/13

Tras un desayuno especial llamado Rising Dragon consistente en un sandwich con huevo pinchado con un tomate cherry nos vamos a la Pagoda del Perfume. El autobús de hoy es más cutre, pasamos por varios hoteles y nuestro guía se llama Haw. Nos dice en Vietnam hay 7 millones de motos y nos empieza a relatar la historia de la pagoda. Tras hacer parada técnica llegaremos a un pueblo donde conocemos a una pareja de Bilbao que está de luna de miel. Nos montamos seis personas en un barco, nos acompaña el guía y la remadora.

Atravesamos el río durante una hora, el paisaje es muy chulo pero Ninh Binh está mejor si comparamos. Se ven muchos nenúfares y la guía arranca un par de ellos. Tienen el tallo largo.

Llegamos al sitio y vemos cómo tienen en cubos los pescadores un montón de anguilas y de tortugas. Nos llevan por un sitio medio inundado haciendo equilibrios sobre las tablas hasta un restaurante. Nos ponen tortilla, pescado, arroz, tofu, carne con verdura, berza y patatas fritas. De postre plátano. Hay gente que no come, concretamente un italiano que va vestido íntegramente de blanco, muy guapo y solitario. Resultó ser de Roma. Lleva una cámara tremenda y creemos viene a fotografiar paisajes. De ahí subiremos al cable car.

Las vistas son preciosas.

Vemos la cueva y el guía nos enseña una piedra que parece Buda. Habla de la boca de dragón y de la cola de dragón en referencia a las entrada y salida de la cueva. En otra época dice suele haber monjes que la custodian. Hay vietnamitas que vienen a la cueva porque no se embarazan y se ponen entre una roca que representa un chico y una roca que emula una chica. Hacen una ofrenda y muchos quedan en estado. Hay un señor que regala unas tartas de arroz a los visitantes para que hagan sus ofrendas. Si se te ocurre llevarte una de las ofrendas que ves allí tendrás mala suerte. Pasaremos al interior de la cueva donde hay gente rezando. Salimos y hay unas gotas que caen, si te caen dos tendrás salud, te tendrás que frotar la cabeza y la mejilla. Para tener dinero hay que rozar un billete cerca de la pared también en este punto.

Bajamos ya en cable car y casi todo el mundo baja andando. Hay puestos alrededor y muchos están cerrados. La temporada alta es entre Febrero y Abril. Ahora veremos el templo de abajo que es chulísimo y volvemos al barco.

Damos una propina de 60.000 dongs a la barquera y la guía advierte lo que hay que darle. Hacemos fotos de nuevo y paramos en un sitio ya de vuelta donde compro dos bollitos de crema buenísimos ( 25000 dongs los dos). Al llegar a Hanoi la guía nos dice si queremos bajar en el mercado nocturno que hoy es más grande. Decidimos que sí y nos despedimos de los de Bilbao. Iremos a Madame Hien a cenar. Por 404.800 dongs tomamos una cerveza, un zumo de piña, arroz con langostinos y pato con piña. Tiene todo buena pinta pero es caro. El pato no me gusta. Nos dan un aperitivo mientras nos hacen la comida. El servicio es lento. El restaurante es acogedor.

Vamos al lago y nos tomamos un helado a 7000 dongs cada y paseamos nuevamente por el mercado.

Volvemos al hotel y allí abrimos la fruta exótica y es similar a una chirimoya. Estaba muy rica.

Me encanta viajar y vivo mi día a día pensando en mi próxima aventura. Espero que disfrutéis leyendo mis relatos alrededor del mundo.

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